Se ha constatado que tanto las empresas que están buscando una diversificación, como aquellas empresas que buscan innovar en producto o servicio, o incluso en aquellos ejemplos concretos donde la empresa disponía de una innovación pero no sabía muy bien cómo aproximarse a su explotación; es clave el acercamiento al cliente, su segmentación, la comprensión de sus necesidades y expectativas para a partir de ellas analizar el valor de lo que se les está ofreciendo.
Probablemente la naturaleza de las MicroPYMEs en Euskadi y en Guipúzcoa, muy enfocada a la capacitación en los procesos de producción y la calidad, así como en un enfoque orientado a la respuesta a necesidades muy bien expuestas por los clientes bajo un enfoque cliente-proveedor, ha llevado a muchos responsables de empresas a enfocar más la innovación desde una vertiente de oferta más que desde una perspectiva de demanda, muchas veces relacionada con funciones como el Marketing en las que las Microempresas no han incidido tanto.
Es precisamente en relación a esta capacitación de las empresas y en la necesidad de enfocar casi obsesivamente en los clientes a la hora de contextualizar la diversificación o innovación, donde el presente proyecto tiene como objetivo incidir.
Es necesario que las microempresas orientadas a la innovación trasciendan de su enfoque fundamentalmente fabril y muy orientado al producto, a un enfoque más centrado en el cliente. No se trata de desarrollar una idea de un producto que las empresas piensan que los clientes quieren, sino en hacer que las microempresas en búsqueda de innovaciones desarrollen capacidades, aprendizajes y experiencias en el uso de herramientas agiles que les permitan acercarse a las necesidades y expectativas reales de los clientes y poder así crear propuestas de valor más enfocadas, dentro de un proceso más eficiente.
Se trata de potenciar en las empresas un proceso de diseño de propuestas de valor que integre los principios del enfoque Lean Startup, y determinadas técnicas y herramientas para que las empresas puedan testear sus hipótesis con clientes de verdad, y poder así contrastar sus enfoques y rectificar si fuera necesario, en un proceso de aprendizaje rápido y más eficiente.